El presidente paraguayo Santiago Peña se reunió en París con Emmanuel Macron en un intento por ablandar la postura del líder francés respecto al acuerdo comercial Mercosur-Unión Europea, firmado recientemente en Montevideo. Pese al rechazo inicial de Francia, Peña asumió la tarea encomendada por Lula da Silva para sumar apoyos al tratado.
El encuentro coincidió con la reapertura de la catedral de Notre Dame y la crisis política que atraviesa Macron tras la dimisión de su primer ministro. Este contexto es visto como una oportunidad para que Francia ceda ante el bloque sudamericano, que invirtió 25 años en estas negociaciones.
En Paraguay, el Congreso parece inclinado a aprobar el acuerdo, respaldado por oficialistas y parte de la oposición. Sin embargo, el sector sojero podría ejercer presión debido a las exigencias del Reglamento 1.115 de la UE, que vincula la importación de productos como la soja y el ganado bovino con estrictos estándares ambientales.
Según el embajador de la UE en Paraguay, Javier García de Viedma, el país está bien posicionado para cumplir con estas normativas gracias a la Ley de Deforestación Cero y los sistemas de monitoreo liderados por el Infona. Además, destacó los avances en la industria cárnica y de cuero, aunque subrayó los desafíos que enfrenta el sector sojero.
Peña, pese a su postura crítica inicial, demostró disposición para seguir impulsando el acuerdo, reforzando la apertura de Paraguay hacia el mundo y la sostenibilidad en sus procesos productivos. La decisión final dependerá de la voluntad política y la capacidad de adaptación de los sectores involucrados.