Angela Merkel, la ex canciller alemana, revela en sus memorias “Libertad” momentos clave de su relación con figuras de poder global. Entre ellos, narra cómo Vladimir Putin utilizó su miedo a los perros como táctica psicológica. Durante un encuentro en 2007 en Sochi, el mandatario ruso dejó entrar a su labrador, Koni, pese a saber que Merkel temía a estos animales. “Solo pensé en mantener la calma y concentrarme”, escribió. Para ella, el gesto fue una demostración de poder cuidadosamente calculada.

Por otro lado, Merkel reflexiona sobre su difícil relación con Donald Trump, a quien describe como competitivo y estratégico. Recordó su primer encuentro en la Casa Blanca en 2017, cuando Trump evitó un apretón de manos solicitado por fotógrafos, un gesto que interpretó como un acto deliberado. Según Merkel, cada reunión con el expresidente estadounidense era una lucha por la supremacía.

A lo largo de su liderazgo, Merkel buscó consejos para manejar tensiones internacionales. En una visita al Vaticano en 2017, el papa Francisco le sugirió un equilibrio entre flexibilidad y firmeza: “Doblarse, pero sin romperse”.

Sus memorias, disponibles desde el martes, ofrecen una mirada única a las complejidades del poder y las personalidades que moldearon la política global durante sus 16 años al frente de Alemania.